Según estudios científicos recientes, la composición nutricional de la "comida chatarra" nos alienta a consumirla, incrementando el riesgo de la obesidad.
Expertos del Consejo de Investigación Médica en Gran Bretaña hallaron que la mayoría de la comida rápida tiene una densidad calórica muy alta, con lo cual basta ingerir una porción mínima para subir los niveles de calorías en el cuerpo.
Los médicos concluyeron que este tipo de alimentos altos en energía engañan a la gente haciéndolas consumir más calorías de las que requieren.
Esta investigación está publicada en la "Revista de la Obesidad".
Esta investigación está publicada en la "Revista de la Obesidad".
Una comida "basura", alta en energía tiene una vez y media más calorías que una cena tradicional británica y dos veces y media más que una comida tradicional en África.
Los investigadores concluyeron que una dieta abudante en comida rápida incrementa el riesgo de obesidad de una persona, aun cuando ésta crea que las porciones que ingiere son más reducidas que si comiese una merienda normal.